Suelen ser momentos de máxima tensión, e incluso es frecuente que se repartan insultos o algún que otro golpe, pero esta vez ocurrió completamente lo contrario.
Lauren y Braekhus, de peso welter, acercaron sus caras y estuvieron durante diez segundos largos manteniendo fija la mirada. Lauren, sin embargo, rompió el hielo y le plantó un beso en la boca a su rival. Sin saber cómo reaccionar, se quitó a Lauren de un manotazo y luego, lejos de enojarse, no pudo controlar la risa. Braekhus es la campeona del mundo de la categoría y se enfrentará a Lauren el sábado 21 de octubre.
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